13:16
Edú
Esta última semana se ha oído y repetido hasta el aburrimiento, en la previa del clásico, que “éste es un partido aparte, que no hay favoritos”. En resumen, con horas y horas dedicadas a que el clásico es un partido aparte, con ese casetito repitiéndose una y otra vez, vemos que como todo partido, de cualquier campeonato y momento de campeonato, el que va mejor, o llega mejor, es el que tiene más chances de seguir de esa forma. Se dice que el que tiene más obligaciones de ganar es Juventud Antoniana, se dice que Central Norte tiene que confirmar este momento de buen juego propuesto por su DT. Que en la vereda del frente tienen un director técnico con trayectoria como lo es el “indio” Solari” y que de este lado Coleoni propone un juego mas ofensivo, en fin, tanto, tanto se dice que hay periodistas que operan de un lado y del otro, eso también es un clásico, escucharlos debatir, intercambiar opiniones con sus movileros, con los jugadores de ambos equipos, que el referí es esto, que es aquello, la cantidad de policías para la seguridad, el control anti doping, sacar conclusiones de bajas, de jugadores que se suman y de jugarse por un resultado. Las hinchadas, la gente común, el murmullo de la calle que dice gana el “Cuervo”, gana el “Santo”, voces que se pierden en la pasión del hincha, de la ama de casa que entre ollas y sartenes opina y seguramente el Domingo estará apurada cocinando las empanadas para poder ir con su familia a ver este nuevo clásico entre “Cuervos” y “Santos”.
La “Linda” este Domingo se cubrirá de blanco y negro, lo digo yo como hincha del “cuervo”, lo digo yo como conocedor de su gente, las calles estarán cubiertas de papelitos, se verán banderas en manos de niños que con su corta edad ya saborean la pasión de ser hincha del “Cuervo”. Camiones, colectivos, autos, bicicletas, motos todos cubiertos de los colores del sentimiento, ese blanco y negro que no solo se grita, se siente, cada uno llevara en su garganta ahogado el grito de gol esperando poder salir cuando en la cancha, un Magno, un Perillo, un Weiner o cualquier otro que tenga la blanco y negro mande el balón al fondo de la red del arco del “santo”, entonces las voces explotaran en una sola pasión, esa es la diferencia de ser, de sentir y de vivir la pasión más grande del norte, la de ser “cuervo”. Uno de este lado escribiendo las sensaciones de todos y las de uno mismo, aveces es difícil, pero en honor a la verdad el hincha puede más, y por eso como hincha les digo a todos que este clásico sea una fiesta, que este clásico puedan ir las familias sin temor a lo que pueda pasar entre las hinchadas y que estas sepan comportarse como verdaderos hinchas.
A todos los cuervos que este Domingo sea un carnaval y que sepan que la verdadera pasión es color azabache, nos vemos en la cancha gritando dale, dale, dale cue...
Dru
